Tipos de cáncer

Glioma

Los gliomas son tumores cerebrales poco frecuentes que se desarrollan en el Sistema Nervioso Central y que se originan a partir de células madre neurogliales o células progenitoras. Los hombres tienen 1,6 veces más probabilidades de ser diagnosticados que las mujeres. Obtenga más información.
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por: Grupo Oncoclínicas
Glioma
Los gliomas son tumores cerebrales poco frecuentes que se desarrollan en el Sistema Nervioso Central. Los hombres tienen 1,6 veces más probabilidades de ser diagnosticados.

Los gliomas son tumores cerebrales poco frecuentes que se desarrollan en el Sistema Nervioso Central y que se originan a partir de células madre neurogliales o células progenitoras. Los hombres tienen 1,6 veces más probabilidades de ser diagnosticados que las mujeres. Obtenga más información.

Los gliomas son tumores cerebrales primarios del sistema nervioso central que se originan en las células madre o progenitoras neurogliales. Son poco frecuentes, con una incidencia anual de aproximadamente 6 casos por cada 100.000 individuos en todo el mundo. Los hombres tienen 1,6 veces más probabilidades de ser diagnosticados de gliomas que las mujeres.

La evolución de los síntomas y signos neurológicos relacionados con el tumor permite estimar la dinámica de crecimiento de los gliomas: los tumores que causan síntomas sólo semanas antes del diagnóstico suelen crecer rápidamente, mientras que los que causan síntomas años antes de ser diagnosticados suelen tener un crecimiento más lento.

Tipos de glioma 

En función de su aspecto histológico, los gliomas se dividen en los siguientes subtipos: astrocitomas, ependimomas y oligodendrogliomas. Compréndelos.

Los astrocitomas son los gliomas más comunes y, basándose en la presencia de marcadores genéticos específicos, se organizan de la siguiente manera según la clasificación de la OMS (Organización Mundial de la Salud), que indica diferentes grados de malignidad del I al IV:

  • Grado 1: astrocitomas pilocíticos;
  • Grado II: astrocitomas de bajo grado;
  • Grado III: astrocitomas anaplásicos (y oligoastrocitomas anaplásicos);
  • Grado IV: glioblastomas y gliomas difusos de la línea media.

Los ependimomas representan entre el 3% y el 5% de los gliomas cerebrales en los adultos, mientras que en los niños representan el tercer tumor cerebral más frecuente, con entre el 10% y el 12% de todos los tumores cerebrales pediátricos. Aunque entre el 50% y el 60% de los ependimomas en adultos se localizan en la médula espinal, sólo el 20% se encuentran en esta localización en los niños. La mayoría de los tumores se producen de forma esporádica, pero algunos casos pueden estar asociados a la Neurofibromatosis tipo 2.

Según la clasificación de la OMS, se organizan de la siguiente manera:

  • Grado I: subependimoma;
  • Grado II: ependimoma;
  • grado III: ependimoma anaplásico;
  • Grado IV: ependimoblastoma (que es poco frecuente y se da principalmente en bebés).

Los oligodendrogliomas son tumores que se infiltran en el cerebro de forma difusa. Crecen más lentamente y son más comunes en el cerebro anterior, principalmente en los lóbulos frontales. En la clasificación de la OMS, se clasifican como grado II. Si evolucionan a formas más agresivas, como los oligodendromas anaplásicos, se clasifican como grado III.

Síntomas del glioma

En la mayoría de las personas, los síntomas del glioma son inespecíficos, es decir, comunes a otras enfermedades y estados de salud, como la fatiga o el dolor de cabeza.

Los síntomas más directamente relacionados con la presentación clínica de este grupo de tumores pueden incluir:

  • Inicio de convulsiones de reciente aparición;
  • Déficits focales como la pérdida de movimiento de brazos o piernas
  • Deterioro neurocognitivo (como cambios en la memoria) 
  • Dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos (causados por el aumento de la presión intracraneal).

Diagnóstico del glioma

En la primera consulta del paciente, además de la evaluación de los signos y síntomas relacionados con la enfermedad, la adecuada recogida de los antecedentes puede revelar factores de riesgo familiares y/o exógenos poco frecuentes (como la exposición previa a la radioterapia) asociados al desarrollo de tumores cerebrales.

Tras la consulta médica, con un examen físico y neurológico detallado, pueden solicitarse algunas pruebas de imagen, como la tomografía computarizada y la resonancia magnética nuclear. 

El diagnóstico del glioma se cierra tras la biopsia o la cirugía, cuando se obtiene una muestra del tejido tumoral para su correcta evaluación por parte de un neuropatólogo.

Tratamiento del glioma

El tratamiento de un tumor cerebral depende de su naturaleza, la rapidez con la que crece, los síntomas y la localización. A menudo, se utilizan varios enfoques. También se tienen en cuenta los posibles beneficios y riesgos de las distintas opciones de tratamiento. En el caso de los gliomas, pueden utilizarse:

  • Cirugía: es el tratamiento inicial más común para los gliomas. Requiere una craneotomía (apertura del cráneo). El objetivo de la cirugía es tanto diagnóstico como terapéutico, buscando la mejor resección quirúrgica posible que no deje secuelas permanentes al paciente;
  • Radioterapia: suele utilizarse como complemento de la cirugía, dependiendo de la edad del paciente, el tipo de tumor y su localización. Puede realizarse de forma aislada o combinada con quimioterapia; 
  • Quimioterapia: puede utilizarse como complemento de la cirugía y la radioterapia, dependiendo del tipo histológico del tumor, la edad del paciente, las características moleculares presentes en el tumor, el grado de resección quirúrgica y en los casos de enfermedad recurrente.

Prevención del glioma

No existen causas o factores de riesgo bien establecidos y prevenibles relacionados con la aparición de este tipo de tumores. Por lo tanto, en la actualidad, no es posible prevenir o evitar los gliomas.

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