¿Qué es la neoplasia del bazo?
La neoplasia del bazo es el crecimiento desordenado de células en el bazo, órgano situado justo debajo de las costillas, en el lado izquierdo del cuerpo, y que tiene como funciones principales filtrar las células sanguíneas dañadas, producir glóbulos blancos (y así prevenir infecciones) y ayudar a coagular la sangre (al almacenar glóbulos rojos y plaquetas).
Las neoplasias del bazo pueden ser malignas o benignas y pueden comenzar en el órgano o provenir de otras partes del cuerpo (metástasis). En todos los casos, es una enfermedad rara sin causa definida.
Subtipos de neoplasia del bazo
Las neoplasias del bazo se clasifican como primarias (malignas o benignas) y secundarias (malignas).
Neoplasias primarias malignas del bazo
- Linfoma: la ubicación primaria del linfoma en el bazo representa menos del 1% de todos los linfomas y generalmente es un linfoma no Hodgkin. Hay cuatro patrones de linfoma de bazo descritos hoy: infiltración difusa; nódulos pequeños, focales o miliares; múltiples lesiones nodulares grandes; y masas sólidas y voluminosas; y
- Angiosarcoma: aunque es raro, el angiosarcoma en el bazo es la neoplasia maligna primaria más común en este órgano. Es un tumor altamente agresivo con pocas posibilidades de curación.
Neoplasias primarias benignas del bazo
- Hemangioma – es la neoplasia benigna más común en el bazo. Son vasos sanguíneos acumulados anormalmente en el órgano, y pueden presentar calcificaciones periféricas;
- Linfangioma – neoplasia benigna rara y neoplasia de crecimiento lento, común en la infancia. En el bazo, se presenta como un conjunto de quistes de diferentes tamaños;
- Hamartoma – esta es una lesión benigna rara, compuesta de malformaciones de la pulpa roja del bazo; y
- Angioma de células costeras: es un tumor vascular raro que surge en la célula litoral, que recubre los senos paranasales de la pulpa roja del bazo y cubre el órgano de manera difusa, con múltiples masas nodulares de varios tamaños.
Neoplasias secundarias malignas del bazo
La aparición de metástasis en el bazo es relativamente poco común. Los tumores malignos que se diseminan más comúnmente al bazo son:
- Melanoma;
- Cáncer de mama;
- Cáncer de pulmón;
- Cáncer de ovario;
- Cáncer de colon;
- Cáncer de estómago; y
- Cáncer de páncreas.
Síntomas de la neoplasia del bazo
La neoplasia del bazo puede hacer que el órgano se agrande, lo que lleva a:
- Sentirse demasiado lleno de la barriga después de comer;
- Dolor en la parte superior izquierda del vientre;
- Infecciones frecuentes;
- Sangrado por ningún tiempo;
- Anemia;
- Manchas púrpuras en el cuerpo;
- Fatiga;
- Dolor en huesos y articulaciones;
- Ganglios linfáticos;
- Fiebre;
- Sudar con temblor;
- Pérdida de peso sin razón aparente; y
- Hinchazón en el vientre.
Diagnóstico de la neoplasia del bazo
El médico especialista solicita una serie de pruebas cuando, debido a un conjunto de síntomas, sospecha de la presencia de una neoplasia en el bazo.
Inicialmente se solicita un hemograma completo para comprobar el recuento de células sanguíneas. En algunos casos, se requiere una biopsia de médula ósea, con la extracción de una pequeña muestra del hueso de la cuenca y el análisis de células cancerosas. Cuando los ganglios linfáticos son parte de los síntomas, también se someten a una biopsia.
Las exploraciones por imágenes, como la resonancia magnética, la tomografía computarizada y la tomografía por emisión de positrones , ayudan a cerrar el diagnóstico.
Tratamiento de la neoplasia del bazo
En el caso de las neoplasias malignas, la esplenectomía (extirpación parcial o total del bazo) es una de las opciones de tratamiento. Se puede hacer por laparoscopia (cirugía mínimamente invasiva, realizada con pequeñas incisiones en el abdomen y el uso de cámaras para guiar la extirpación del bazo con una cánula delgada) o por cirugía abierta (una incisión grande en el centro del abdomen para la extirpación del bazo).
Los estudios han demostrado que la mayoría de los pacientes sometidos a esplenectomía no necesitan tratamientos adicionales durante un máximo de cinco años, dependiendo del origen y el subtipo celular.
Además, la quimioterapia, la radioterapia y los medicamentos de terapia dirigida pueden estar indicados. Esto dependerá del tipo de tumor del paciente.
Se puede considerar el trasplante de células madre para reemplazar las células anormales y sanas con células normales y sanas.
Además, en algunas situaciones, se usa un anticuerpo monoclonal, rituximab, para controlar la enfermedad sin intervenciones quirúrgicas.
Las personas sin síntomas tienden a no necesitar tratamiento, pero deben someterse a un seguimiento médico semestral, con análisis de sangre y evaluación del cuadro médico general.
Prevención de la neoplasia del bazo
Debido a que no tiene una causa definida, no se conocen formas de prevenir la neoplasia del bazo.