La quimioterapia oral consiste en la administración del fármaco antineoplásico a través de la boca, generalmente en forma de tableta, cápsula o líquido.
Una de las grandes ventajas de esta quimioterapia es que se puede realizar en casa, sin necesidad de que el paciente acuda al hospital o clínica para cada aplicación. Además, no requiere una aplicación a la vena o implantación de catéter.
El médico tratante o enfermera asesora al paciente sobre cómo tomar la medicación, con indicaciones como horarios, si debe ingerirse en ayunas, con alimentos o líquidos específicos, entre otros detalles.
Aunque este tratamiento se realiza en casa, el seguimiento de la evolución del paciente y la evaluación de los efectos adversos debe ser constante.
Tipos de quimioterapia oral
Los tipos más comunes de agentes de quimioterapia oral son:
- Ribocyclib, palbociclina;
- Anastrozol, letrozol, tamoxifeno;
- Cabepecitabina;
- Erolitinib, gefitinib, osimertinib, crizotinib, alectinib;
- Imatinib;
- Abiraterona, enzalutamida, apalutamida;
- Procarbazina, temozolomida; y
- Sunitinib, pazopanib, axitinib
Aplicaciones e indicaciones de la quimioterapia oral
La quimioterapia oral se recomienda para el tratamiento de varios tipos de cáncer. En algunos casos, reemplaza totalmente la quimioterapia intravenosa, mientras que en otros solo complementa. Cuando se administra solo, generalmente es el único tratamiento continuo.
Algunos ejemplos de usos de la quimioterapia oral son riñón, mama, hígado, cerebro, mieloide crónico, colon y leucemia pulmonar. Solo el médico podrá evaluar a cada paciente individualmente y tomar la decisión de si este tipo de medicamento es relevante para el plan de tratamiento.
Rutina con quimioterapia oral
Es de suma importancia que el paciente se comprometa a los tiempos de tomar su quimioterapia oral, siguiendo las recomendaciones en relación a horarios y dosis.
Esto se debe a que el medicamento puede ser menos efectivo si se omite una dosis o se toma en el momento equivocado (con intervalos muy cercanos o prolongados). El uso de la dosis incorrecta también puede hacer que el medicamento sea ineficaz o provocar eventos adversos graves (en caso de sobredosis).
También vale la pena mencionar que la quimioterapia oral, realizada en casa, es tan grave y efectiva como la que se realiza en la clínica y en el hospital, con el mismo poder de acción. La diferencia es que el paciente debe ser totalmente responsable de los horarios y dosis, porque en casa no hay enfermera u otro profesional que lo asista. Por lo tanto, las instrucciones deben seguirse estrictamente.
Manipulación y almacenamiento
Manipular y almacenar la quimioterapia oral de manera segura es importante porque estos medicamentos son muy fuertes. Algunos consejos:
- Lávese las manos con agua y jabón antes y después de tomar quimioterapia oral;
- Mantenga todas las tabletas o cápsulas enteras;
- No rompa, parta ni triture el medicamento;
- Mantenga el medicamento almacenado en su empaque original y lejos de los lugares donde se manipulan los alimentos;
- Evite guardarlos en el gabinete del baño (debido a la humedad) o cerca de la ventana (donde están expuestos al calor y la luz solar);
- No reutilice el envase de los medicamentos para otros fines. Cuando se acabe el medicamento, deseche el envase; y
- Mantenga los medicamentos fuera del alcance de los niños y las mascotas.
Posibles efectos adversos y complicaciones
La mayoría de las personas tratadas con quimioterapia oral informan efectos adversos. Es esencial informarlos al médico o enfermera responsable del sector de quimioterapia del tratamiento, ya que las infecciones y otras enfermedades pueden agravarse en una persona que se está sometiendo a este medicamento.
Algunos de los efectos adversos que pueden surgir durante el uso de la quimioterapia oral son:
- Alopecia;
- Cambios en la piel;
- Llagas en la boca;
- Aparición de hematomas sin explicación;
- Fatiga;
- Náuseas y/o vómitos; y
- Diarrea.
Los efectos adversos varían de paciente a paciente. Además, el uso de otros medicamentos con quimioterapia puede exagerarlos. Por lo tanto, los profesionales involucrados en el tratamiento deben conocer todos los medicamentos que el paciente está tomando, incluso si son herbales o naturales.
