Tratamientos

Terapia-foco

La terapia-foco es un tipo de tratamiento para el cáncer. Se realiza con medicamentos diseñados para dirigirse a los puntos del cuerpo responsables del crecimiento de los tumores. Como tiene una acción focalizada y preserva las células sanas, ofrece menos efectos secundarios. Más información.
Terapia-foco

La terapia-foco es un tratamiento del cáncer con fármacos cuyo objetivo es dirigirse a uno o varios puntos específicos del organismo, como los genes y las proteínas que intervienen en el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas de un tumor, el entorno en el que se encuentra el tejido que ayuda a que el cáncer crezca y sobreviva, o simplemente las células tumorales. Al mismo tiempo, las células sanas se salvan y se conservan.

Su uso está aprobado en diferentes tipos de cáncer, y se está investigando mucho para ampliar las neoplasias que pueden beneficiarse de él.

Mecanismo de acción de las terapias-foco

Varios tipos de células forman los tejidos del organismo humano, como las presentes en el cerebro, la piel o la sangre, y cada una de ellas tiene una función específica. El cáncer comienza a desarrollarse cuando ciertos genes de estas células, antes sanas, cambian y se vuelven anormales. Este proceso se denomina mutación genética.

Los genes indican a las células cómo fabricar las proteínas que las mantienen funcionando correctamente. Si estos genes mutan, también lo hacen estas proteínas. Como consecuencia, las células empiezan a dividirse demasiado o demasiado rápido, lo que les permite vivir mucho más tiempo de lo normal. Esto conduce a un crecimiento celular incontrolado, formando un tumor.

Para desarrollar terapias-foco, se identifican inicialmente las alteraciones genéticas que contribuyen al crecimiento y al cambio del tumor. Un objetivo potencial de esta terapia sería una proteína que sólo está presente en las células cancerosas. Una vez encontrada la mutación, se pueden desarrollar terapias-foco. Se trata de tratamientos individualizados y específicos que pueden tomarse por vía oral o intravenosa.

Las terapias-foco pueden dirigirse a las células cancerosas de diferentes maneras, como por ejemplo

  • Bloqueando o desactivando las señales que indican a las células cancerosas que deben crecer y dividirse;
  • Evitar que las células sobrevivan más tiempo de lo normal;
  • Ayudando al sistema inmunitario a destruir las células cancerosas;
  • Interrumpir las señales que ayudan a formar los vasos sanguíneos; y
  • Depositar sustancias tóxicas y letales en el interior de las células cancerosas.

Tipos de terapia-foco

Existen varios tipos de terapia-foco. Los más utilizados son:

  • Anticuerpos monoclonales: este tipo de fármacos bloquea una diana específica en el exterior de las células cancerosas o en la zona que rodea al cáncer/tumor. Los anticuerpos monoclonales son capaces de enviar sustancias tóxicas directamente a las células cancerosas; por ejemplo, pueden ayudar a que la quimioterapia y la radioterapia se dirijan a estas células con mayor precisión. Se administra por vía intravenosa; y
  • Fármacos de molécula pequeña: actúan bloqueando el proceso que ayuda a las células cancerosas a multiplicarse y propagarse. Al tratarse de moléculas muy pequeñas, son capaces de entrar fácilmente en las células y alcanzar los objetivos presentes en su interior. Los inhibidores de la angiogénesis (el proceso de creación de nuevos vasos sanguíneos) son ejemplos de este tipo de terapia-foco: como el tumor necesita vasos sanguíneos para recibir nutrientes, crecer y extenderse, los inhibidores de la angiogénesis hacen que el tumor “pase hambre” impidiendo que se formen nuevos vasos sanguíneos a su alrededor. Se utilizan por vía oral (cápsulas o comprimidos).

Otros tipos de terapias-foco son las inmunoterapias, los distintos tipos de inhibidores de la angiogénesis y los inductores de la apoptosis (terapias que inducen la muerte celular, o apoptosis).

Algunas terapias-foco son específicas para un tipo de cáncer, mientras que las denominadas terapias de diagnóstico tumoral o de localización pueden tratar la enfermedad en cualquier región del cuerpo, ya que se centran en la alteración genética concreta y no en el tipo de célula presente.

Cómo se elige la terapia-foco

Para elegir la mejor terapia-foco , cada paciente, el médico solicita pruebas que analizan factores específicos del tumor, como sus genes y proteínas, entre otros. A partir de la identificación de estas características, se determina el tratamiento más eficaz.

Aplicación de las terapias objetivo en la práctica

Para que se entienda mejor, enumeramos algunos tipos de cáncer que se benefician de las terapias diana actualmente disponibles:

  • Cáncer de mama: entre el 20% y el 25% de los cánceres de mama tienen un exceso de una proteína llamada receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2), que estimula el crecimiento de las células tumorales. Cuando el cáncer es HER2 positivo, puede tratarse con terapias-foco;
  • Cáncer colorrectal: puede haber sobreexpresión de la proteína del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR). En este caso, algunas terapias-foco pueden bloquear el EGFR y reducir o impedir el crecimiento del tumor. Otra opción en el cáncer colorrectal es utilizar un fármaco que bloquee el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), ya que esta proteína contribuye a la formación de nuevos vasos sanguíneos (que nutren el tumor);
  • Cáncer de pulmón: las terapias-foco que bloquean el EGFR también pueden reducir o prevenir el crecimiento del cáncer de pulmón. Además, existen fármacos dirigidos a los cánceres de pulmón con mutaciones en los genes ALK, ROS y BRAF;
  • Leucemia mieloide crónica (LMC): la mayoría de los casos de LMC se producen por la formación de un gen denominado BCR-ABL, que da lugar a la producción de una proteína del mismo nombre. Esto hace que las células mieloides normales se comporten como células cancerosas y las terapias-foco pueden detener este proceso;
  • Linfoma: hay una sobreproducción de células B, un tipo de glóbulo blanco que combate las infecciones. En este caso, las terapias-foco bloquean la enzima que conduce a esta producción; y
  • Melanoma: aproximadamente la mitad de los melanomas tienen una mutación en el gen BRAF, y existen algunos fármacos dirigidos a los inhibidores de BRAF con resultados prometedores en este ámbito. Sin embargo, es necesario demostrar la presencia de la mutación, ya que el uso de estos medicamentos puede ser perjudicial cuando no está presente.

Posibles efectos adversos y complicaciones de las terapias-foco

Al igual que cualquier otro tratamiento, las terapias-foco tienen posibles efectos adversos. Los principales son:

  • Las células cancerosas pueden volverse resistentes a las terapias-foco. Por esta razón, en situaciones específicas pueden funcionar mejor cuando se utilizan junto con otros tipos de terapias-foco o tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y/o la radioterapia;
  • Algunas dianas son bastante complejas debido a su estructura y a la función que desempeñan en la célula. Por este motivo, existe una mayor dificultad para desarrollar terapias-foco a ellos, aunque se estudian constantemente formas de sortear estas barreras;
  • Los efectos adversos más comúnmente observados con el uso de terapias-foco son la diarrea y los problemas hepáticos. También puede producirse una alteración de la coagulación de la sangre y de la cicatrización de las heridas, hipertensión, fatiga, llagas en la boca, cambios en las uñas, cambio de color del cabello y otras complicaciones cutáneas (como erupciones cutáneas o xerosis/sequedad).

La buena noticia es que existen tratamientos preventivos y curativos para la mayoría de estos efectos secundarios.

Compartilhe
Ou compartilhe o link
Link copiado para sua área de trabalho.

Tratamentos para o Câncer

Conheça a nossa série de conteúdos relacionado ao tratamentos para o câncer
Saiba mais