Fase de la enfermedad en la que no hay signos de actividad de la enfermedad. La ausencia de signos puede no significar una curación completa y puede haber riesgo de reaparición. Para cada tipo de cáncer, en función de sus características, el diagnóstico de remisión prevé un tiempo determinado de ausencia de signos detectables en los exámenes clínicos, de laboratorio y de imagen.