Infección generalizada grave del cuerpo causada por microorganismos patógenos (hongos, bacterias o virus). En los pacientes hospitalizados, las causas bacterianas más comunes son la neumonía, la infección por sutura y los abscesos. La septicemia se caracteriza por fiebre, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria y granulocitosis. En los casos graves, puede producirse una caída significativa de la presión arterial y un fallo orgánico múltiple.
El tratamiento de la septicemia implica la administración de fármacos para combatir el microorganismo causante de la infección, además de hidratación intravenosa y medidas de apoyo para restablecer el funcionamiento normal de los órganos. Estas medidas pueden incluir la ventilación mecánica para los casos de insuficiencia respiratoria y la diálisis para los casos de insuficiencia renal.