¿Qué es la metástasis?
La metástasis es la formación de un tumor secundario a partir de una lesión cancerosa primaria en otro local del organismo y sin que haya una continuidad anatómica entre las dos partes.
Esta diseminación del cáncer por el organismo no es totalmente clara, pero es sabido que ella puede dividirse en cinco etapas:
- Invasión y filtración de tejido subyacente por células cancerosas, debido a la permeación de pequeños vasos linfáticos y sanguíneos;
- Liberación de esas células cancerosa en la circulación linfática y/o sanguínea, aislada y/o en forma de pequeños émbolos;
- Sobrevivencia de tales células cancerosas en la circulación linfática y/o sanguínea;
- Retención en los lechos capilares de los órganos distantes;
- Extravasación de vasos linfáticos y/o sanguíneos con crecimiento de células cancerosas diseminadas.
Es importante resaltar que las metástasis siempre son formadas a partir de tumores malignos – neoplasias benignas no generan metástasis.
Cuando la metástasis ocurre en los nódulos linfáticos, tejido u órganos próximos del sitio primario (local del cuerpo donde el cáncer se originó), recibe el nombre de metástasis regional. Si la formación del tumor secundario es en órganos o tejidos distantes del punto inicial del cáncer, es llamada de metástasis distanciada.
Tipos más comunes de canceres metastáticos
Analizando microscópicamente es posible definir cual es el tipo de célula que forma un tumor maligno a ser diagnosticado.
El cáncer metastásico se caracteriza por la presencia de células cancerosas del órgano primario en un órgano diferente; por ejemplo, las células del cáncer de mama en el hígado son cáncer de mama metastásico en el hígado (y no cáncer de hígado).
Si las células detectadas en una segunda aparición de cáncer son del propio órgano -por ejemplo, células de cáncer de hígado en el hígado, después de haber tenido un cáncer de mama en el mismo cuerpo- el paciente ha tenido dos cánceres primarios, no una metástasis.
Los lugares mas frecuentes de metástasis de acuerdo al origen del tumor primario son:
- Cáncer de mama, páncreas, tiroides y riñón: metatizan hacia el hígado, pulmones y huesos;
- Cáncer de pulmón: hacia el hígado, huesos, pleura y cerebro;
- Cáncer de vejiga: metástasis en ganglios linfáticos retroperitoneales;
- Cáncer de estomago y cáncer colorrectal: ganglios linfáticos regionales;
- Melanoma: metástasis hacia el cerebro;
- Cáncer de ovario: peritoneo;
- Cáncer de próstata: huesos;
- Cáncer de útero: peritoneo y ganglio linfáticos regionales.
Síntomas de la metástasis
Al igual que los cánceres primarios, la metástasis puede ser asintomática en muchos casos. Cuando los síntomas se manifiestan, dependen del tamaño y la localización de los tumores metastásicos.
Los principales síntomas de la metástasis son semejantes a las señales de los tumores primarios:
- Dolores en el cuerpo;
- Fracturas óseas (cuando la metástasis afecta a los huesos);
- Dolor de cabeza persistente;
- Mareos;
- Convulsiones;
- Falta de aire;
- Fiebre;
- Perdida de peso sin motivo aparente;
- Alteraciones en el funcionamiento urinario y del intestino.
Diagnóstico de la metástasis
Por lo general, las metástasis se diagnostican durante los exámenes de seguimiento de los pacientes tras el término del tratamiento de un cáncer primario. Las pruebas que la detectan con más frecuencia son las de imagen, como las radiografías, los TAC, las resonancias magnéticas y los TEP.
Los cambios en los resultados de los análisis de sangre también pueden hacer sospechar la existencia de metástasis: estos cambios indican la presencia de proteínas que se liberan cuando hay cáncer y cuando hay metástasis.
Tratamiento de la metástasis
El tratamiento de una metástasis debe seguir los protocolos del cáncer original, y no del sitio donde el tumor se instala secundariamente. Por ejemplo: un cáncer de mama metastásico en el hígado debe ser tratado con las mismas terapias que un cáncer de mama, no como un cáncer de hígado.
La cirugía únicamente se lleva a cabo si la metástasis está comprimiendo o perjudicando la función de un órgano contiguo. Las opciones de tratamiento más comunes para las metástasis, que pueden utilizarse solas o en combinación, son la quimioterapia, la terapia hormonal, la inmunoterapia y la radioterapia.
Prevención de la metástasis
La detección temprana del cáncer primario es la forma más eficaz de prevenir la metástasis. Cuando el cáncer se extirpa en sus primeras fases, el riesgo de que libere células secundarias en la circulación, con capacidad para extenderse a otras partes del cuerpo, es mucho menor.