Los medicamentos dirigidos molecularmente son aquellos que actúan directamente en un sitio específico del tumor y preservan las células saludables. Atacan características específicas de las células malignas, convirtiéndose en una opción de tratamiento menos agresiva para el organismo y, en algunos casos, más eficaz contra la enfermedad.
Sí, pero el tratamiento provoca menos efectos secundarios en los pacientes que la quimioterapia, que suele provocar vómitos, náuseas y caída del cabello. Sin embargo, es importante quedarse atento a las posibles reacciones adversas de estos medicamentos, que van desde hipertensión arterial, diarrea e inflamación de la parte interna de la boca y garganta hasta alteraciones cutáneas.
No. Se trata de dos modalidades de tratamiento diferentes que intentan combatir el cáncer de forma más precisa y traer una mejor calidad de vida al paciente durante la terapia.