Los médicos y fisioterapeutas llevan muchos años utilizando el frío o el calor para tratar las infecciones y el dolor. La hipoterapia es una variante de esta técnica en la que se colocan en las manos y los pies unos accesorios anatómicos parecidos a guantes y calcetines que se conectan a un dispositivo que funciona con un circuito cerrado de circulación de agua para la prevención de los síntomas.
Neuropatía periférica inducida por la quimioterapia
Aunque los tratamientos contra el cáncer se utilizan para curar o aliviar los síntomas, también pueden tener algunos efectos adversos. Una de ellas es la neuropatía periférica inducida por quimioterapia (NPIQ)2.
Cuando aparece, el paciente puede sentir hormigueo o adormecimiento en manos y pies (que va subiendo progresivamente por brazos y piernas), punzadas, quemazón, calambres o incluso un cambio de sensibilidad a la temperatura. También puede presentarse a través de un dolor intenso que dificulta la realización de actividades cotidianas, como abotonarse una camisa, contar monedas o caminar. Alrededor del 30% al 40% de los pacientes con cáncer que se someten a quimioterapia experimentan algunos de estos síntomas.
Algunos agentes de quimioterapia tienden a causar NPIQ más que otros. Son ellos:
• Compuestos de platino (cisplatino, carboplatino, oxaliplatino)
• Vincristina
• Taxanos (docetaxel, paclitaxel)
• Epotilonas
• Bortezomib
• Talidomida
• Lenalidomida
La gravedad de NIPQ varía individualmente y depende de la cantidad de fármacos utilizados y de la duración de la quimioterapia. Lo más importante es que la neuropatía periférica se diagnostique precozmente para ser tratada y garantizar una buena calidad de vida y, sobre todo, para que las personas no interrumpan su tratamiento contra el cáncer a causa de ella.
Utilización de la hilioterapia en oncología
Existen algunas técnicas dirigidas a reducir la circulación sanguínea en las regiones afectadas por la NPIQ durante los ciclos de infusión de quimioterapia, promoviendo la reducción de la temperatura de manos y pies e impidiendo que el agente quimioterapéutico penetre en las extremidades.
La hipoterapia se considera una de las más modernas y eficaces. El paciente lleva accesorios anatómicos en las manos y los pies que están conectados a un dispositivo que funciona con un circuito cerrado de circulación de agua. Al disminuir la temperatura del tejido en contacto con estas protecciones, actuando localmente, se bloquea la penetración de los agentes quimioterapéuticos. Esto significa que los fármacos que causan la enfermedad no pueden llegar a estas partes del cuerpo, evitando así la pérdida ocasional de sensibilidad en manos y pies.
Un estudio publicado recientemente evaluó el uso de la hilterapia por parte de personas sometidas a quimioterapia. Fue capaz de prevenir los síntomas en el 93% de los participantes en la investigación. Cuatro meses después de finalizar el tratamiento de quimioterapia, el 98% de los pacientes que utilizaron la hilterapia se encontraban bien, sin síntomas que limitaran sus tareas cotidianas, lo que demuestra los beneficios de esta tecnología.
